Historia del Origen del Teatro

Posted by: joy91valiente on: noviembre 14, 2010

Algunos estudios revelan que el origen del teatro se encuentra estrechamente ligado a los rituales mágicos; aquellos que los humanos realizaban, creyendo fielmente que con ellos la naturaleza cedería a su favor y les otorgaría lo más preciado y necesario: la presa, la cual representaba el sustento de la vida. Así pues, junto con la danza y la pintura, las dramatizaciones fueron haciendo su parte, involucrándose cada vez más, en el culto a los dioses y los principios espirituales de cada tribu, abriéndose paso como una manifestación casi sagrada en todas las civilizaciones de forma paulatina y progresiva.
De esta forma, se afirma que en un principio el teatro más que ser actuación, formaba parte del día a día de las personas, estaba incluido en sus ceremonias, actos, ritos y religiones con un fin mágico-religioso, que podría decirse, funcionaba por objetivos económicos y prácticos, más que con fines de entretenimiento, de arte y de manifestaciones creativas y expresivas.

Hay quienes consideran que el teatro vino de lugares tan remotos como el ÁFRICA tierra llena de sabor, ritmo, mímica y elocuencia, que hizo de sus habitantes unos actores natos, donde sus vidas giraban en torno a ceremonias y rituales que se realizaban como miríficos espectá-
culos. Pero, quizá, por el hecho de que las ceremonias estaban tan
cargadas de significados religiosos, que existen aquellos que con-
sideran que esto no podría llamarse jamás y nunca teatro, más sin
embargo se podría considerar como un “pre-teatro” para no desdeñar la hipótesis anterior.

EGIPTO fue otra de las grandes civilizaciones que no se quedó atrás en cuanto a la aparición y evolución del teatro. En un principio sus dramatizaciones estaban conectadas a sus danzas y cantos para exaltar a sus dioses. Ya para el segundo milenio antes de la edad cristiana, el teatro había cobrado vida de forma más entusiasta, toda vez que, los egipcios comienzan a hacer representaciones acerca de sus dioses, en especial de Osiris.

Los egipcios se valieron de fantásticas máscaras para sus dramatizaciones. Sin embargo, esto todavía se considera como pre- teatro, pues serían los griegos quienes destacarían aquí como protagonistas…

Los primeros en lograr separar el aspecto religioso de las representaciones propiamente dramáticas van a ser LOS GRIEGOS, dándole así, más cabida al hombre. Es por esto que, se considera que ellos son los padres del teatro y los nos dejaron este espléndido legado.
Así pues, El teatro se originó en Grecia, entre los siglos VI y V a.C. a partir de los ritos, ceremonias, y bailes que se realizaban en honor al dios Dioniso. Estas ceremonias fueron evolucionando hasta convertirse en teatro. Cuenta la historia griega que un joven llamado Esquilo, por orden de su padre, salió a cuidar su viñedo, y estando allí cayó en un profundo sueño en donde se le apareció Dionisio; el dios del vino y la alegría ordenándole que escribiera una tragedia… Y así una se convirtió en dos y luego tres hasta llegar a casi noventa escritos de tragedia, las cuales lo llevaron a convertirse en uno de los mejores poetas dramáticos que hayan existido y lo hayan honrado con el título de “padre del drama griego”, ya que, él logró separar de las dramatizaciones la carga religiosa, convirtiéndolas en verdaderas representaciones teatrales. Pero, no sería éste, sino otro, quien aportaría la creación y participación del actor para hacer de la tragedia griega una forma propiamente teatral.

En un principio, las dramatizaciones se hacían al aire libre y la gente se reunía en los alrededores a observar. Más tarde se comenzaron a construir hermosos edificios semicirculares en donde los actores hacían sus representaciones, y habían graderías para que el público pudiera ubicarse y tener una mejor apreciación.

Los griegos fueron perfeccionando el arte de las dramatizaciones y establecieron dos modelos de obra: la tragedia – que era una obra dramática de final desgraciado que trataba de temas de leyendas heroicas y utilizaba, oportunamente, a los dioses para su final- y la comedia satírica -que criticaba humorísticamente a políticos y a las obras, incurriendo en aspectos de la vida diaria y la utilización de máscaras.